miércoles, 12 de marzo de 2008

Maldito sea.


El alcohol. Las drogas. La locura. Ingredientes todos ellos en la vida de muchos escritores. Contracorriente. Rechazo. Destrucción. Escritores raros. Detestados unas veces. Otras venerados. Nunca indiferentes. A ellos, a esos seres marcados, señalados, les ponemos etiquetas (como a todo). Si son poetas (porque la poesía siempre se dio mucho a estos vicios), los llamamos poetas malditos. En Francia hay más tradición de esto. Rimbaud, por ejemplo, entre ajenjo y hachís. En España también tenemos a nuestro maldito. Leopoldo María Panero. Madrid, 1948.

Panero, hijo de poeta, hemano de poetas, poeta él mismo, ensayista, narrador. Panero alcohólico. Panero transtornado. Panero esquizofrénico. Panero ingresado en manicomios. Mondragón, Gran Canaria... Panero no sale en los libros de literatura (en realidad, la literatura actual es despreciada en nuestras asignaturas). Panero dice tonterías a veces. Panero no las dice otras. ¿Es Panero literatura o es sólo un colgado al que le hacemos caso porque queda prestigioso y diferente decir que se lee a Panero? No tengo ni idea. ¿Por qué no juzgáis vosotros mismos?

Carlos Ann, Enrique Bunbury, José María Ponce y Bruno Galindo grabaron en 2004 un disco en el que ponían música a poemas de Panero. Muchos de los temas recogen perfectamente la atmósfera opresiva, delirante y descoyuntada de algunos poemas. Otros son suaves, delicados. Os dejo los textos y los audios. Leed los unos para adentro; escuchad los otros muy, muy alto.




"Le bon pasteur (Haikú)"

Es duro el trabajo de la pesadilla,
es duro
arrastrar de día el carro de las marionetas,
de noche; y ser una de ellas
mañana, cuando abran los ojos
para no ver
que la bailarina de cuerda danzando entre ellas
mueve ella misma el resorte.



"Brillo en la mano"

Locura es estar ausente
humo es todo lo que queda
de mí en la página que no hay
cae al suelo mi figura
y libre de mí se mueve
el papel de pura ausencia.



"Canción para una discoteca"

No tenemos fe
al otro lado de esta vida
sólo espera el rock and roll
lo dice la calavera que hay entre mis manos
baila, baila el rock and roll
para el rock el tiempo y la vida son una miseria
el alcohol y el haschisch no dicen nada de la vida
sexo, drogas y rock and roll
el sol no brilla por el hombre,
lo mismo que el sexo y las drogas:
la muerte es la cuna del rock and roll.
Baila hasta que la muerte te llame
y diga suavemente entra
entra en el reino del rock and roll.



"Peter Punk"

Peter Punk es el amor y Campanilla su princesa
en el cielo están buscando el secreto de la nada
todos los Niños Extraviados.
Peter Punk es el amor y Campanilla su princesa
Garfio busca en vano el secreto de su mano
y Campanilla llora al pie del Árbol Extraviado
adónde las sirenas y adónde los enanos
Peter Punk intenta en vano su amor explicar,
en una playa desierta Campanilla lo dejó.



"En el obscuro jardín del manicomio (poemas del manicomio de Mondragón)

En el obscuro jardín del manicomio
los locos maldicen a los hombres
las ratas afloran a la Cloaca Superior
buscando el beso de los Dementes.

Un loco tocado de la maldición del cielo
canta humillado en una esquina
sus canciones hablan de ángeles y cosas
que cuestan la vida al ojo humano
la vida se pudre a sus pies como una rosa
y ya cerca de la tumba, pasa junto a él
una Princesa.

Los ángeles cabalgan a lomos de una tortuga
y el destino de los hombres es arrojar piedras a la rosa.
Mañana morirá otro loco:
de la sangre de sus ojos nadie sino la tumba
sabrá mañana nada.

El loquero sabe el sabor de mi orina
y yo el gusto de sus manos surcando mis mejillas
ello prueba que el destino de las ratas
es semejante al destino de los hombres.


"A quien me leyere"

Los libros caían sobre mi máscara (y donde había un rictus de viejo moribundo), y las palabras me azotaban y un remolino de gente gritaba contra los libros, así que los eché todos a la hoguera para que el fuego deshiciera las palabras...
Y salió un humo azul diciendo adiós a los libros y a mi mano que escribe: “Rumpete libros, ne rumpant anima vestra”: que ardan, pues, los libros en los jardines y en los albañales y que se quemen mis versos sin salir de mis labios:
el único emperador es el emperador del helado, con su sonrisa tosca que imita la naturaleza y su olor a queso podrido y vinagre. Sus labios no hablan y ante esa mudez de asombro, caigo estático de rodillas, ante el cadáver de la poesía.



Os dejo los vídeos de tres de los poemas anteriores. Dos de ellos están grabados en directo, en el concierto de presentación del disco. Si os fijáis bien, podréis ver a Panero sentado en un sofá, en el escenario. Aparece de vez en cuando. Es un viejito ausente.


Le bon pasteur.



Canción para una discoteca.



Peter Punk.



En el obscuro jardín del manicomio / A quien me leyere.

2 comentarios:

Rocío dijo...

Sí señor, gran poeta y gran disco.

Es una muestra de que lo que la sociedad nos enseña a considerar políticamente incorrecto tambien puede ser arte, puede ser el mejor arte...
Quizas un poco de esa locura es lo que deberiamos adquirir todos para soportar este caos...

A veces hay que ser políticamente incorrecto...

Mar dijo...

De la poesía a la locura hay menos de medio paso, y viceversa.
No conocía la poesía de Panero, y me alegro de descubrirlo.